domingo, 11 de octubre de 2015

¿ SOCIALDEMOCRACIA ?... NO ESTAMOS EN CÁDIZ PARA MAS ENGAÑOS. Primera Parte.


“Aun cuando uno se reconozca comunista o socialista, o peronista o cualquier otra ideología política en determinado país, solamente caben dos posiciones en la historia o se está en favor de los monopolios o se está en contra de los monopolios”

Ernesto “Che” Guevara de la Serna.

 

Se puede hacer una crítica desde la izquierda del  Plan de Empleo propuesto por los socialdemócratas  del Partidos Socialista Obrero Español de Cádiz y aprobado con los votos el equipo de gobierno compuesto por Podemos y Ganar Cádiz en Común en el Ayuntamiento de Cádiz.

La primera medida, calificada como inminente, es la creación de una empresa de Economía Social para mantenimiento urbano, con una eficiencia de creación de empelo del 100%.

La tarea principal de un revolucionario cuando llega al poder, y en Cádiz “teóricamente” hemos llegado, es como desarrollaba Lenin es sus escritos sobre economía, trabajar sobre un  periodo previo, de transito a una economía socialista.

Este tránsito,  es  propio de zonas dependientes, lo que  llamo el Eslabón Débil. En un  país o zona dependiente y/o rentista su economía, su sociedad es producto de su pobreza  y miseria, viviendo permanentemente en cambios y contradicciones sociales al ser víctima del imperialismo y/o capitalismo. Esto permite, que en esas zonas,  los revolucionario, tarde o temprano, también lleguen al poder.

En ese periodo estudiado por Lenin, de transito  a una economía socialista se debe planificar los movimientos que se den al respecto, lo que  Ernesto “Che” Guevara, denomino la ley de la planificación.

Tenemos que olvidarnos de esa herramienta del capitalismo que son los  Estudios de Mercado que determinan el producto que se va a producir, como, cuando y buscan la máxima rentabilidad...., y llevar a cabo Estudios de las Necesidades del Pueblo, alimentos, educación, vivienda....

La planificación se debe de hacer desde abajo, con todos  los agentes de la sociedad, una planificación centralizada en el ayuntamiento (macroeconomía), pero a su vez descentralizada en consejos  de barrios, de obreros que decidan sobre el  nivel  microeconómico.

La economía se organiza en cadenas productivas, y tiene que ser el ayuntamiento el que tiene que  buscar los eslabones de esa cadena  necesarios para crear economía social y/o remunicipalizar las empresas.

El primer paso, es resolver el problema de la consciencia social, de esa manera se puede cambiar los aspectos  socioeconómicos de la ciudadanía. El principal motor del capitalismo, su principal herramienta fundamental,  es el interés individual, el egoísmo y frente a ello tenemos que cambiar la realidad material. Si  no acabamos con ello, no avanzamos.

El crear una cooperativa con intervención municipal, tiene que tener como primer objetivo eliminar las categorías capitalistas, eliminar la competencia y que la plusvalía vaya directamente al municipio. Si no es así,  lo que estamos cambiando es la economía no la estructura de la sociedad y volveremos a caer en los mismos errores.

Todo lleva un proceso y en él los trabajadores tienen que tomar conciencia que deben de estar vinculados a la planificación y gestión  económica. Mientras tanto, si ello no se lleva a cabo, serán solo serán fuerza y  no poder.

Debemos separar la rentabilidad capitalista de la planificación socialista. Esta o estas cooperativas que se pretender crear, debe/n estar bajo gestión social, obrera y no de un/unos burocrata/s.

Los trabajadores de estas “empresas” de economía social deben tener el control microeconómico y dejar al ayuntamiento la macroeconomía de ellas.

Por ello, parece una utopía que se pretenda crear empleo de calidad con la propuesta vacía del PSOE de Cádiz de crear una empresa de economía social para mantenimiento urbano con un mínimo entre 50 y 75 trabajadores y que tenga como único “cliente” al propio ayuntamiento.

La Ley 14/2011, de 23 de diciembre, de Sociedades Cooperativas Andaluzas (en adelante, LSCA) incluyó como novedad, una nueva tipología de sociedades cooperativas cuya regulación se delega reglamentariamente y entre las que se encuentra la sociedad cooperativa de servicios públicos (art. 107 LSCA).

Es de señalar que el Reglamento de desarrollo de la Ley (D 123/2014, de 2 de septiembre) apenas le dedica un artículo (art. 101).

Parece ser que el legislador se marco como objetivo el dotar de calidad a los servicios públicos haciendo partícipes de una manera más directa a los ciudadanos en la gestión de los mismos.

El legislador al introducir este nuevo tipo de sociedad parece pretender el generar empresas de economía social para la gestión de servicios y proyectos públicos.

Las cooperativas de servicios públicos es un instrumento de primer grado al permitir la colaboración público-privada en la prestación de servicios a los ciudadanos (mantenimiento de los parques, gestión de los servicios funerarios municipales, recogida de residuos, explotación de instalaciones deportivas y de ocupación del tiempo libre, limpieza viaria, etc).

El objetivo final de la Administración Local es canalizar los servicios públicos a través de un modelo productivo socialmente responsable para alcanzar una sociedad más justa.

Es sabido que las sociedades cooperativas son la columna vertebral de los valores y principios de la economía social, fundamentándose en:

Las personas y objeto social priman sobre el capital.

Control democrático de la cooperativa por sus propios integrantes.

Interrelación entre los intereses de los promotores/socios y el interés general.

Los principios de solidaridad y responsabilidad.

Voluntariedad y apertura de los socios/as.

El destinar los excedentes cooperativos se destinan al desarrollo sostenible.

Velar por los intereses de sus integrantes y el interés social.

Varios son los escollos que se deben superar para llevar a constituir una cooperativa de este tipo, el legal, el coste en recursos humanos, la consciencia social, su planificación....

Lo que no se puede permitir, es aprobar en un pleno una medida de este tipo, sin antes estudiar la ley  y llevar a cabo un estudio socioeconómico del coste, teniendo en cuenta que los trabajadores, a día de hoy, siguen teniendo como derecho básico la aplicación del Convenio Colectivo donde junto con el Estatuto de los Trabajadores recogen sus derechos.

Si ya le es difícil al Ayuntamiento de Cádiz pagar a proveedores,  por la herencia recibida de 20 años de pésima gestión, sería de suicida, crear una cooperativa de este tipo por el coste económico elevado y las trabas normativas,  sumándole, a ello,  la carencia de consciencia social en el tema de cooperativas que tiene la ciudadanía urbanita. Los proyectos se llevan a cabo  de abajo-arriba, no de arriba-abajo.

Las gaditanas y gaditanos no demandan “empresas de caridad”, que las/los contraten temporalmente, para poder cobrar algún subsidio y/o ayuda, por parte de un Ayuntamiento, demandan estabilidad en el empleo que le garanticen un presenten digno y un futuro para sus hijas e hijos.

Si el Ayuntamiento de PODEMOS en Cádiz tiene como fin el Bienestar, la Sociedad del Bienestar,  de la ciudadanía, que se  quiten de una vez la careta y muestren su verdadera cara de socialdemócratas. Mientras tanto, seguiremos creyendo en  la “revolución económica y social” y dándoles nuestra confianza.

 

 

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