“Aun cuando uno se reconozca comunista o socialista, o
peronista o cualquier otra ideología política en determinado país, solamente
caben dos posiciones en la historia o se está en favor de los monopolios o se está
en contra de los monopolios”
Ernesto “Che” Guevara de la Serna.
Se puede hacer una crítica desde la izquierda del Plan de Empleo propuesto por los socialdemócratas del Partidos Socialista Obrero Español de
Cádiz y aprobado con los votos el equipo de gobierno compuesto por Podemos y
Ganar Cádiz en Común en el Ayuntamiento de Cádiz.
La primera medida, calificada como inminente, es la creación
de una empresa de Economía Social para mantenimiento urbano, con una eficiencia
de creación de empelo del 100%.
La tarea principal de un revolucionario cuando llega al
poder, y en Cádiz “teóricamente” hemos llegado, es como desarrollaba Lenin es
sus escritos sobre economía, trabajar sobre un periodo previo, de transito a una economía socialista.
Este tránsito, es propio de zonas dependientes, lo que llamo el Eslabón Débil. En un país o zona dependiente y/o rentista su economía,
su sociedad es producto de su pobreza y
miseria, viviendo permanentemente en cambios y contradicciones sociales al ser víctima
del imperialismo y/o capitalismo. Esto permite, que en esas zonas, los revolucionario, tarde o temprano, también
lleguen al poder.
En ese periodo estudiado por Lenin, de transito a una economía socialista se debe planificar
los movimientos que se den al respecto, lo que
Ernesto “Che” Guevara, denomino la ley de la planificación.
Tenemos que olvidarnos de esa herramienta del capitalismo
que son los Estudios de Mercado que determinan
el producto que se va a producir, como, cuando y buscan la máxima rentabilidad....,
y llevar a cabo Estudios de las Necesidades del Pueblo, alimentos, educación, vivienda....
La planificación se debe de hacer desde abajo, con todos los agentes de la sociedad, una planificación
centralizada en el ayuntamiento (macroeconomía), pero a su vez descentralizada
en consejos de barrios, de obreros que
decidan sobre el nivel microeconómico.
La economía se organiza en cadenas productivas, y tiene que
ser el ayuntamiento el que tiene que buscar los eslabones de esa cadena necesarios para crear economía social y/o remunicipalizar
las empresas.
El primer paso, es resolver el problema de la consciencia
social, de esa manera se puede cambiar los aspectos socioeconómicos de la ciudadanía. El principal
motor del capitalismo, su principal herramienta fundamental, es el interés individual, el egoísmo y frente
a ello tenemos que cambiar la realidad material. Si no acabamos con ello, no avanzamos.
El crear una cooperativa con intervención municipal, tiene
que tener como primer objetivo eliminar las categorías capitalistas, eliminar
la competencia y que la plusvalía vaya directamente al municipio. Si no es así,
lo que estamos cambiando es la economía
no la estructura de la sociedad y volveremos a caer en los mismos errores.
Todo lleva un proceso y en él los trabajadores tienen que
tomar conciencia que deben de estar vinculados a la planificación y gestión económica. Mientras tanto, si ello no se
lleva a cabo, serán solo serán fuerza y no poder.
Debemos separar la rentabilidad capitalista de la planificación
socialista. Esta o estas cooperativas que se pretender crear, debe/n estar bajo gestión
social, obrera y no de un/unos burocrata/s.
Los trabajadores de estas “empresas” de economía social
deben tener el control microeconómico y dejar al ayuntamiento la macroeconomía
de ellas.
Por ello, parece una utopía que se pretenda crear empleo de
calidad con la propuesta vacía del PSOE de Cádiz de crear una empresa de economía
social para mantenimiento urbano con un mínimo entre 50 y 75 trabajadores y que
tenga como único “cliente” al propio ayuntamiento.
La Ley 14/2011, de 23 de diciembre, de Sociedades
Cooperativas Andaluzas (en adelante, LSCA) incluyó como novedad, una nueva
tipología de sociedades cooperativas cuya regulación se delega reglamentariamente
y entre las que se encuentra la sociedad cooperativa de servicios públicos
(art. 107 LSCA).
Es de señalar que el Reglamento de desarrollo de la Ley (D
123/2014, de 2 de septiembre) apenas le dedica un artículo (art. 101).
Parece ser que el legislador se marco como objetivo el dotar
de calidad a los servicios públicos haciendo partícipes de una manera más
directa a los ciudadanos en la gestión de los mismos.
El legislador al introducir este nuevo tipo de sociedad
parece pretender el generar empresas de economía social para la gestión de
servicios y proyectos públicos.
Las cooperativas de servicios públicos es un instrumento de
primer grado al permitir la colaboración público-privada en la prestación de
servicios a los ciudadanos (mantenimiento de los parques, gestión de los
servicios funerarios municipales, recogida de residuos, explotación de
instalaciones deportivas y de ocupación del tiempo libre, limpieza viaria,
etc).
El objetivo final de la Administración Local es canalizar
los servicios públicos a través de un modelo productivo socialmente responsable
para alcanzar una sociedad más justa.
Es sabido que las sociedades cooperativas son la columna
vertebral de los valores y principios de la economía social, fundamentándose
en:
Las personas y objeto social
priman sobre el capital.
Control democrático de la
cooperativa por sus propios integrantes.
Interrelación entre los intereses
de los promotores/socios y el interés general.
Los principios de solidaridad y
responsabilidad.
Voluntariedad y apertura de los
socios/as.
El destinar los excedentes
cooperativos se destinan al desarrollo sostenible.
Velar por los intereses de sus
integrantes y el interés social.
Varios son los escollos que se deben superar para llevar a
constituir una cooperativa de este tipo, el legal, el coste en recursos humanos,
la consciencia social, su planificación....
Lo que no se puede permitir, es aprobar en un pleno una
medida de este tipo, sin antes estudiar la ley
y llevar a cabo un estudio socioeconómico del coste, teniendo en cuenta
que los trabajadores, a día de hoy, siguen teniendo como derecho básico la aplicación
del Convenio Colectivo donde junto con el Estatuto de los Trabajadores recogen
sus derechos.
Si ya le es difícil al Ayuntamiento de Cádiz pagar a
proveedores, por la herencia recibida de
20 años de pésima gestión, sería de suicida, crear una cooperativa de este tipo
por el coste económico elevado y las trabas normativas, sumándole, a ello, la carencia de consciencia social en el tema
de cooperativas que tiene la ciudadanía urbanita. Los proyectos se llevan a
cabo de abajo-arriba, no de arriba-abajo.
Las gaditanas y gaditanos no demandan “empresas de caridad”,
que las/los contraten temporalmente, para poder cobrar algún subsidio y/o ayuda,
por parte de un Ayuntamiento, demandan estabilidad en el empleo que le
garanticen un presenten digno y un futuro para sus hijas e hijos.
Si el Ayuntamiento de PODEMOS en Cádiz tiene como fin el
Bienestar, la Sociedad del Bienestar, de
la ciudadanía, que se quiten de una vez
la careta y muestren su verdadera cara de socialdemócratas. Mientras tanto,
seguiremos creyendo en la “revolución económica
y social” y dándoles nuestra confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.